Es un proyecto europeo y está llamado a convertirse en un tratamiento no farmacológico eficaz en casos de Alzheimer y Parkinson.
Se llama Proyecto SWAN (Spin for Well-being: Estilos de vida activos a través del tenis de mesa terapéutico para personas con enfermedades neurodegenerativas) y tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de estos colectivos a través de una herramienta que se ha revelado poderosa: el tenis de mesa terapéutico.
Su nombre, además de ser un acrónimo, hace referencia al CISNE (‘swan’ en inglés), símbolo de transformación y renovación. Así como los cisnes mudan sus plumas y les crecen nuevas, este proyecto pretende ayudar a las personas con enfermedades neurodegenerativas a generar nuevas conexiones neuronales, mediante la práctica regular de una actividad física accesible, dinámica y motivadora.
Financiado por el programa europeo Erasmus+Sport, el Proyecto SWAN, con un presupuesto de 250.000€, cuenta con la participación de organizaciones de 7 países: el PASKA-Club Atlético Panhelénico para Personas con Discapacidad Física (Grecia), la Facultad de Deportes de la Universidad de Liubliana (Eslovenia), como institución académica participante, la ITTF Foundation (Alemania), la empresa de investigación e innovación KTG Research & Innovation (Chipre), la Federación Francesa de Tenis de Mesa, la Fundación Compassion Alzheimer´s Bulgaria, y la Asociación española Alzheimer León.
Todos trabajan desde finales de 2024 con la vista puesta en dar forma a un programa terapéutico de tenis de mesa que pueda aplicarse a nivel internacional en enfermos de alzheimer y parkinson. Esto está implicando distintas acciones: por un lado, diseñar, implementar y evaluar ese programa de intervención específico para personas con enfermedades neurodegenerativas y, por otro, garantizar que posteriormente pueda incorporarse fácilmente a las rutinas de clubes deportivos, residencias de mayores, centros sanitarios, centros de día, universidades, federaciones, proveedores de soluciones tecnológicas y otro tipo de organizaciones sociosanitarias de cualquier país.
Durante el desarrollo del proyecto, que culminará en febrero de 2027, también se establecerán las pautas para formar a entrenadores, instructores y otros especialistas deportivos. El objetivo, elaborar un plan de formación que les permita conocer de forma exhaustiva los entresijos de las enfermedades neurodegenerativas y cómo deben aplicar eficazmente este programa adaptado.
Toda la información del proyecto quedará contenida en una guía elaborada por expertos en neurología/neuropsicología, ciencias del deporte, terapia y tenis de mesa para garantizar una intervención protocolizada en la que los ejercicios se adapten a las capacidades y retos específicos de la población destinataria, en concreto las personas con Alzheimer y Parkinson. Todo con la vista puesta en hacer que el tenis de mesa deje de ser una actividad meramente recreativa para convertirse en una herramienta de salud y rehabilitación.
Para evaluar el impacto a nivel físico, cognitivo y social de este programa, se llevarán a cabo estudios piloto. Concretamente 3 países (España, a través de Alzheimer León, Grecia y Bulgaria) serán los encargados de poner en marcha programas de intervención de tenis de mesa terapéutico reclutando participantes. Las personas que participen pasarán unas pruebas sociales, físicas y cognitivas.
En Alzheimer León, esta intervención piloto que se desarrollará en los próximos meses podría contar con la colaboración de distintas organizaciones (que aportarán participantes, material deportivo y espacios para realizar el proyecto), como Parkinson León, Colegio Leonés o la delegación leonesa de la Federación de Tenis de Mesa de Castilla y León.
Las enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por la degeneración progresiva de la estructura y función del sistema nervioso. Entre las más relevantes se encuentran la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson, que afectan a 10,5 y 1,5 millones de europeos respectivamente. Investigaciones sugieren que el ejercicio físico no sólo puede reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, sino que también puede ralentizar la progresión tras el diagnóstico. En los últimos años, el tenis de mesa se está perfilando como una posible forma de ejercicio terapéutico no farmacológico. Su naturaleza dinámica, la estimulación que proporciona a nivel cognitivo y motor, así como sus elementos de interactividad y socialización, hacen del tenis de mesa un deporte rentable, agradable y accesible.